Independientemente de la edad del niño, debe de acudir a revisión con su oftalmólogo siempre que se detecte cualquier anomalía en los ojos.
Entre estas anomalías pueden detectarse, desviación de la mirada, cambios del color de la pupila, posturas anormales de cabeza según la mirada, acercamiento excesivo a la tv, ect.
Si no se observa nada anormal, la primera revisión ocular en los niños debe hacerse entre los tres años y medio o cuatro. Así es posible detectar problemas que pudieran pasar desapercibidos.